El pasado 5 de Junio fue el estreno mundial en las salas y en la red del documental "Home". El interés concienciador de sus creadores ha permitido que sea una película de distribución libre a la que podéis acceder visitando www.youtube.com/homeproject .
A través de multitud de asombrosas vistas aéreas de diferentes puntos del planeta, Home nos cuenta como cada elemento de la Tierra se mantiene en un frágil equilibrio con el resto. Un equilibrio que ha permanecido prácticamente inalterable hasta que en el último siglo el Homo sapiens ha iniciado un aceleradísimo proceso de destrucción. La sobreexplotación de recursos, la no distribución de la riqueza, el cambio climático... una tras otra, todas estas losas van cayendo sobre nuestras conciencias mientras impasibles asistimos a lo que podría considerarse el principo del fin. Y más debería pesar esta sensación cuando sabemos que somos un mínimo porcentaje de la población mundial los que vivimos con las necesidades básicas más que cubiertas. Pasada hora y media de sobrecogedores datos e imágenes y de una narración muy convincente, Home abre mínimamente la puerta a la esperanza advirtiéndonos que no caigamos en el pesimismo, que entremos en acción. Este último mensaje es ilustrado con ejemplos de acciones provinientes de todo el mundo que ya han comenzado a intentar frenar lo que parece imparable.
Es imposible que después de ver Home quede algún escéptico ante lo que para muchos es una realidad. Por mi parte, me encargaré de que mis alumnos del próximo curso, vean y comprendan este documental.
A través de multitud de asombrosas vistas aéreas de diferentes puntos del planeta, Home nos cuenta como cada elemento de la Tierra se mantiene en un frágil equilibrio con el resto. Un equilibrio que ha permanecido prácticamente inalterable hasta que en el último siglo el Homo sapiens ha iniciado un aceleradísimo proceso de destrucción. La sobreexplotación de recursos, la no distribución de la riqueza, el cambio climático... una tras otra, todas estas losas van cayendo sobre nuestras conciencias mientras impasibles asistimos a lo que podría considerarse el principo del fin. Y más debería pesar esta sensación cuando sabemos que somos un mínimo porcentaje de la población mundial los que vivimos con las necesidades básicas más que cubiertas. Pasada hora y media de sobrecogedores datos e imágenes y de una narración muy convincente, Home abre mínimamente la puerta a la esperanza advirtiéndonos que no caigamos en el pesimismo, que entremos en acción. Este último mensaje es ilustrado con ejemplos de acciones provinientes de todo el mundo que ya han comenzado a intentar frenar lo que parece imparable.
Es imposible que después de ver Home quede algún escéptico ante lo que para muchos es una realidad. Por mi parte, me encargaré de que mis alumnos del próximo curso, vean y comprendan este documental.
