He leído por ahí que John Irving tiene una literatura generosa porque sus novelas no bajan de las 500 páginas. Reconozco que he tardado más de un mes en terminar las 650 páginas de "La última noche en Twisted River" y que hacia el final la curiosidad por el desenlace se había transformado en una cuestión de orgullo personal, de "esto yo me lo acabo como que me llamo..."
Vaya por delante que John Irving es un gran escritor norteamericano y no puedo decir, ni mucho menos, que no sea un buen libro. Ahora bien, desde la más absoluta humildad de lector aficionado, pienso que se podía haber ahorrado algunos pasajes muy poco relevantes y dejar el tocho en unas más asequibles 500 páginas.
El libro cuenta la historia de un padre y un hijo que tras una muerte accidental, huyen de su pueblo con la sospecha de que serán perseguidos por un vengativo policía. A lo largo de 50 años de la historia de Norteamérica, asistimos a la vida de estos dos hombres que van cambiando de hogar, trabajo y compañías , siempre que tienen algún indicio de su perseguidor, gracias a la ayuda de un viejo amigo que nunca pierde el contacto con ellos. El libro tiene momentos brillantes, pero como he citado antes, se podía haber ahorrado unos cuantos innecesarios.
De Irving ya leí y comenté en su día "El mundo según Garp", una de sus obras más conocidas. No sé si será una constante en el resto de su obra, pero en esta última novela reitera temas que ya trató en la otra: un protagonista dedicado a la escritura, el miedo de los padres a los peligros que acechan a sus hijos, los accidentes de coche, los despertares sexuales...Aunque lo de repetirse me importa menos, también lo hace Woody Allen con sus películas y no me quejo. De todas formas, antes de recomendaros "La última noche en Twisted River", casi es preferible leer "El mundo según Garp" que vale por los dos.
Y como ya soy libre de John Irving, por lo menos durante unos cuantos años, empezaré un nuevo libro...
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