El reservado y perfeccionista mayordomo Stevens disfruta de su tiempo libre con la lectura tras una jornada de trabajo en la mansión de Lord Darlington. En ese momento, irrumpe en la habitación Miss Kenton, el ama de llaves. Tras preguntar inocentemente por el libro que está leyendo y al ver la esquiva respuesta del mayordomo, la curiosidad de Miss Kenton aumenta por momentos. ¿Qué esconde ese libro? ¿Es algo picante? ¿Trata Stevens de protegerla de algo?. La situación se vuelve incómoda, tensísima, Miss Kenton literalmente acorrala a Stevens contra la pared y persiste en su empeño de conocer la lectura de Stevens. Mientras fuerza los dedos del mayordomo para hacerse con el libro, sus rostros se acercan como nunca había ocurrido y él la mira intensamente. La ama, ahora es el momento, pero es el beso que nunca llega.
Kenton comprueba decepcionada que es sólo una ñoña historia de amor y siente vergüenza. El ama de llaves comprende que Stevens no quería mostrar ni el más mínimo resquicio romántico de su personalidad y además, disimula argumentando de forma patética que lee para mejorar su vocabulario. Stevens ama profundamente a Kenton pero es incapaz de manifestarlo.
Kenton comprueba decepcionada que es sólo una ñoña historia de amor y siente vergüenza. El ama de llaves comprende que Stevens no quería mostrar ni el más mínimo resquicio romántico de su personalidad y además, disimula argumentando de forma patética que lee para mejorar su vocabulario. Stevens ama profundamente a Kenton pero es incapaz de manifestarlo.
Una gran escena de una no menos grande película, con una interpretación de Hopkins de esas que con un simple gesto o mirada transmite toda la carga emocional del personaje. Creo que es una de las mejores historias de amores reprimidos, más que imposibles, que se han hecho nunca.
Es una gran película que además dio pie a un gran chiste de se abre el telón. Aparece un supermercado de barrio donde han robado durante la noche y el encargado está haciendo inventario; "Lo que queda del Dia".
ResponderEliminarHay otra escena parecida y muy buena en "Entre copas", con una conversación sobre vino que acaba pasando a lo personal y donde también reprimen todos sus sentimientos.
muy de acuerdo en lo fabuloso de esta película, aunque creo que no sólo habla de represión, lo de Stevens es mucho más que represión, eso lo hacemos todos a diario
ResponderEliminarun abrazo amigo
http://www.pendulo.es/old2008/cine/index.php?d=11&m=02&y=07
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ResponderEliminarme la bajo que tiene muy buena pinta y en imdb la ponen genial!
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