Mi compañero Erick es un admirador del llamado "Street art" o "Arte callejero" y guarda en su ordenador decenas de fotografías de esta expresión artística por todo el mundo. Hay que diferenciar este arte de las vulgares firmas grafiteras que ensucian las paredes de nuestros barrios y que a veces parecen una egocéntrica necesidad de autoafirmarse por parte de sus creadores. Las obras que llaman la atención a mi compañero son aquellas que guardan algún mensaje, muchas veces político y otras veces alguna simple broma que utiliza los signos propios de la calle. Estos artistas ejercen su labor con nocturnidad y alevosía, ya que a día de hoy y lógicamente, lo de pintar en la vía pública no está permitido. Sí que es cierto que algunos ayuntamientos lo autorizan mediante solicitud previa y según en qué zonas. Aún así, muchas de estas bromas gráficas perderían parte de su esencia gamberra si estuvieran reguladas. Legales o no, la mayoría dan un toque de alegría a las calles y consiguen hacer más llevadera la rutina que arrastran los resignados viandantes.
Muchos de estos artistas son conocidos mundialmente como Kurt Wenner y Julian Beever por sus espectaculares obras tridimensionales, pero el más conocido es Banksy. Este artista británico de identidad oculta es famoso por sus pinturas callejeras por todo el mundo. Su obra, como la de todo artista polémico y controvertido, despierta conciencias e incomoda a la sociedad más conservadora. Más allá de los muros y las aceras, las pinturas de Banksy se venden por miles de libras, se han subastado en Sotheby's e incluso dirigió una película sobre el mundo del arte callejero, el interesante documental candidato al Óscar "Exit through the gift shop" (http://www.imdb.com/title/tt1587707/). Esta cesión al desorbitado mundo de las ventas en el arte ha sido muy criticada por el activismo más purista que califica al británico de "vendido". Pero ajeno a las críticas, Banksy continúa con sus obras y desde su sencilla web deja claro que no exige ningún derecho de autor por el uso o copia de su obra, siempre que sea sin fines económicos. Por otra parte, algo fácil de decir si recibes un dineral por copias originales de tu cotizada obra.
Banksy
Una de las famosas "plantillas" de Banksy en el muro de la frontera de Gaza
Banksy
Julian Beever y una de sus obras 3D
Encantado por esta variante artística, mi compañero Erick camina por las calles de Valencia y de Elda y al ver determinadas señales, objetos o rincones, visualiza posibles dibujos y mensajes. No sé si es la ilegalidad o que no termina de decidirse, pero el caso es que algo le frena y no da rienda suelta a esta forma de expresión. No será porque no le asaltan ideas y si no, yo que soy muy malo, le tiento con propuestas que se me van ocurriendo. Por supuesto, si algún día, o mejor alguna noche, se lanza a la aventura del arte callejero, yo estaré aquí para contarlo.
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