Hay gente que piensa que la sobreexposición de desgracias que vemos en las noticias por televisión acabará por insensibilizarnos al dolor ajeno en vez de empatizar e implicarnos más. El otro día las noticias iban sobre un enésimo rescate económico a costa del sufrimiento de los ciudadanos, incomprensibles índices bursátiles y terribles atentados de la creciente extrema derecha... Entre tanta negatividad se coló una noticia que, aunque triste, desprendía caridad y esperanza en el ser humano.
Un grupo de bañistas disfrutaban de una mañana veraniega en la playa de Bolonia (Tarifa). Sus cuerpos se tostaban al sol o se refrescaban en el mar, desconectando totalmente de las preocupaciones de la rutina y el trabajo. En ese momento, una patera con 35 subsaharianos se acercó a la orilla. Lejos de mostrar indiferencia como se desprende en las fotos de abajo, los bañistas acudieron al rescate de la embarcación antes de que llegaran los equipos de salvamento.
Aparcaron momentáneamente sus vacaciones y se movilizaron para ayudar a los inmigrantes. Sacaron primero a los menores de la embarcación y luego ayudaron a salir a los adultos. Usaron sus toallas y pareos para protegerles, les dieron agua y todo lo que tenían en ese momento. Se dieron escenas conmovedoras: como la de la bañista amamantando a uno de los bebés ya que su madre era incapaz de darle de comer, o la de otra bañista que tranquilizaba en su regazo a un dolorido y extenuado recién llegado.
No es la primera vez que el primer y el tercer mundo chocan de esta manera tan radical en nuestras costas. El relax de unas vacaciones se encuentra a golpe de ola con la desesperación más absoluta, la de abandonar tu tierra por no tener nada que echarte a la boca. Lo mejor es que del resultado de este encuentro haya surgido un gesto humanitario, solidario y no una muestra de rechazo o indiferencia. Estos subsaharianos que llevaban el sufrimiento de su tierra a cuestas, han hecho una durísima travesía marcada por el dolor del hacinamiento, el hambre y la deshidratación. Han llegado aquí donde su futuro es realmente incierto, pero al menos han tenido unas cuantas manos tendidas que han hecho más llevadera su llegada.
Al día siguiente escuché una noticia que decía que, debido a nuestra mala situación económica y por vez primera en muchos años, la emigración en España había superado a la inmigración. España vuelve a ser un país de emigrantes. Afortunadamente su llegada a otros países se da en condiciones totalmente distintas a las de los subsaharianos, pero ojalá se encuentren allá donde vayan un gesto equivalente al de los bañistas de Tarifa.
El 'primer mundo' se dedica a explotar los recursos de África hasta la náusea, promoviendo conflictos armados, venta de armas, violaciones, dictaduras y demás atrocidades contra el ser humano.
ResponderEliminarNo hay más que ver películas como "14 kilómetros" o "La pesadilla de Darwin" o "Flow" para darnos cuenta de una situación tan inhumana y cruel como ignorada y consentida.
Por ejemplo, la guerra de El Congo ha generado más muertos que el holocausto Nazi, y ningún telediario lo incluye en sus contenidos. No interesa. Pero resulta que tienen el 90% de la producción del mineral coltan que sirve, entre otras cosas, para hacer pantallas LCD. Es vomitivo.
Resulta que el continente más rico del mundo, es también el más empobrecido...
Lo que más fuerte me parece es el trato que damos a la gente que huye de estas situaciones.
Luego hay que aguantar "perlitas" de ciertos militantes de partidos "democráticos" como la de esta anormal. SIN PALABRAS ME QUEDO:
http://www.publico.es/espana/389329/en-espana-no-cabe-un-tonto-mas-regalamos-25-millones-para-africa