domingo, 16 de mayo de 2010

MINIVIAJE FAMILIAR



Por fin una foto de los tres (Martí, Joan y Marieta) con su tío.
 Después del éxito del año pasado en Cuenca y dado que somos una familia muy bien avenida, nos hemos vuelto a reunir los 11 (entre padres, hermanos, cuñadas y nietos) para emprender un nuevo miniviaje familiar.
 El destino escogido este año ha sido las lagunas de Ruidera en Ciudad Real. Nos alojamos en un hotel cuyo nombre "Entre lagunas" ya lo decía todo de su emplazamiento. El lugar en cuestión, modesto pero muy "aseao", tenía el encanto decadente de aquellos lugares  que en su día experimentaron un boom turístico y el aspecto semiabandonado de los hoteles cerrados durante el invierno.
 Las abundantes lluvias de los últimos meses han logrado que las lagunas estuvieran rebosantes. La mañana del sábado recorrimos la parte más occidental yendo de laguna en laguna hasta donde la caminata era inviable y teníamos que coger el coche. Por la tarde visitamos la parte más oriental, donde se encuentra el muy bien conservado Castillo de Peñarroya, situado en la presa que sirve de nacimiento al Guadiana. Un paisaje impresionante que nos sorprendió a todos.

Carlos y Merche disfrutando de un momento sin su prole

 La mañana del domingo se ha dedicado a cumplir el deseo de los más pequeños de alquilar patines para "navegar" por la laguna. Ocasión ideal para hacer algo de ejercicio con el pedaleo y sacar a relucir el sano espíritu  competitivo entre los hermanos.
 Entre laguna y laguna también hemos hecho turismo gastronómico sin medida, y así han caído gazpachos manchegos, alubias con perdiz, chuletas y demás manjares. Además, todo sabe mucho mejor si no te dejan sacar la cartera en ningún momento, ya que el fin de semana al completo ha sido a cargo de la inestimable generosidad de nuestros progenitores. ¡Gracias papás!

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