"FIN" es la primera novela de este autor, hasta ahora maquinista en una fábrica de cartonaje, que ha iniciado su carrera literaria más allá de los cuarenta. Todo un ejemplo de que nunca es tarde para probar suerte y tomarse en serio lo que supongo que era una afición más.
La historia comienza con una reunión de viejos amigos, después de 25 años sin verse, con el propósito de cumplir una promesa de la adolescencia. Lo que en un principio parace una historia de retrato generacional donde van saliendo las miserias de los personajes y se entrecruzan viejos reproches, poco a poco se va tornando en una historia de misterio, cercana a la ciencia ficción. El relato recuerda un poco a las películas de Shyamalan o a los libros de Stephen King y, guardando las distancias, tiene puntos en común con "La carretera" de Cormac McCarthy
Sin duda, lo mejor de este libro es su hábil capacidad de engancharte: sus 350 páginas se leen con avidez y entretienen muchísimo. Yo, que soy un lector que me tomo mi tiempo, lo he consumido en dos días. Así pues, el libro cumple de sobra su propósito y me ha dejado muy satisfecho.
He leído por ahí críticas que aluden a la novata forma de redactar del autor o a su facilón desenlace. En cuanto a la primera crítica, creo que aún me queda mucho por leer para juzgar de esa manera, de todas formas no creo que aspire a ser una gran obra literaria. En cuanto a lo del final, no estoy de acuerdo en absoluto: siempre preferiré un final medianamente abierto a forzar y meter con calzador una explicación chirriante cayendo excesivamente en lo explícito. Además, creo que que es un libro donde lo que interesa es lo que les pasa a los personajes, todos ellos bien definidos, y no por qué les pasa. Nadie le criticó a Albert Sánchez Pinyol el por qué existían sus "granotots" en "La piel fría" y es que eso no es lo que interesaba de la novela.
En definitiva, que pasaréis un muy buen rato leyéndolo y entretendrá a todo tipo de lectores
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