Entre zarzuelas, musicales infantiles y comedias de galanes trasnochados, encontré algo interesante en la programación trimestral del Teatro Castelar de Elda: "Tócala otra vez, Sam"
Esta adaptación de la obra teatral de Woody Allen fue un éxito en los escenarios a finales de los sesenta y se llevó al cine en 1972. La película se llamo aquí "Sueños de seductor", un ejemplo más de esa costumbre cutre que tenemos aquí de cambiar los títulos. Es una de las pocas películas protagonizadas por Allen en la que éste no dirige, siendo Herbert Ross el encargado de llevar el texto de Allen a la gran pantalla. La película cuenta la divertidísima historia de Alan, un escritor neurótico y abandonado por su mujer a quien sus mejores amigos tratan de ayudar para encontrar una nueva pareja. Además, Alan es visitado frecuentemente por el espíritu de Bogart, quien le da prácticos consejos para conquistar a las mujeres. Aunque el título "Play it again, Sam" hace referencia a la película "Casablanca", esta frase nunca fue pronunciada en la misma.
Con todos estos antecedentes positivos, supuse que la versión interpretada por Luis Merlo y María Barranco estaría a la altura, y la verdad es que así fue. A pesar de conocerme la historia y muchos de los chistes, pasé un rato estupendo y disfruté durante hora y media. Luis Merlo acertó llevando a su terreno el personaje de Allen y le dio estilo propio evitando cualquier imitación. El resto del reparto también me convenció y la obra mantuvo un buen ritmo en todo momento. No es una obra que te deje ni mucho menos boquiabierto, pero cumple su cometido con eficacia. Claro está que su gran baza siempre será el chorreo constante de frases ingeniosas de Woody Allen. así que con ese texto y unos buenos actores el éxito está asegurado. Os dejo un clip de uno de los momentos más divertidos de la película que, por supuesto, no pudo faltar en la obra: La escena del museo:
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