"Los descendientes" de Alexander Payne
Cuentan
en esta película que las familias son como archipiélagos, sus miembros pueden
estar separados por kilómetros de mar pero pertenecer a la vez a una
misma cosa. Partiendo de la idea de que la familia no se elige sino que te has de conformar con lo que te toca, el protagonista de "Los descendientes" trata de mantener
esta unidad en medio de una situación que puede desembocar en la inestabilidad
total. Para ello, tendrá que lidiar con varios y complicados frentes abiertos.
Alexander
Payne, se sirve de una novela homónima de la escritora hawaiana Kaui Hart Hemings para narrarnos una historia que bien
podría haber derivado en un vulgar telefilm lacrimógeno. Pero Payne, digno
heredero del estilo del llamado cine independiente americano, no nos ofrece
nada previamente masticado o en bandeja. La película es incómoda cuando tiene que serlo y sensible de la manera más acertada y lo que transmite, salvo algún personaje más forzado, es una veracidad que llega perfectamente al espectador. Además, el film consigue el difícil equilibrio entre los momentos realmente trágicos y otros más cómicos que se combinan a la perfección. "Los descendientes" mantiene pendiente al espectador dándole pequeños y dosificados giros argumentales que desembocan en un desenlace tan previsible como adecuado.
Pero no todas las virtudes de esta película recaen en sus creadores, su protagonista George Clooney saca a relucir sus mejores tablas y se desenvuelve cómodamente en un personaje a su medida. Un trabajo muy convincente y recientemente premiado que está muy bien secundado por todo un descubrimiento: la debutante Shailene Woodley. Esta joven actriz salida de la televisión da la réplica a Clooney de manera magnífica y se podría decir que ha empezado con muy bien pie su carrera cinematográfica.
Pero el cine, además de sumergirnos en multitud historias también tiene esa capacidad de trasladarnos en el tiempo y en el espacio desde la sencillez de nuestra butaca: en esta ocasión la película nos lleva al archipiélago de Hawai en la actualidad. Unas islas donde el contraste cultural entre los descendientes de nativos y colonos o el choque entre civilización y naturaleza están muy bien representados y asociados a los dilemas del protagonista, sirviendo de atractivo añadido al conjunto de la película.
"Los descendientes" tiene el valor de satisfacer a un amplísimo sector del público, desde el más receptivo al más exigente. Prueba de ello es la cantidad de premios que está recibiendo últimamente: el más reciente, el Globo de oro de la Asociación de prensa extranjera de Hollywood a la mejor película y al mejor actor en la categoría de drama. Este chorreo de premios la sitúan junto a "The Artist" como una de las más aventajadas en la carrera de los Óscar.
Muy recomendable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario