Esta película contaba en principio con un montón de alicientes para ser una gran obra: Un director y un equipo técnico de prestigio, un guión que cuenta con la aprobación del autor de la novela, y un actor protagonista adorado por la crítica y el público. Por esta razón, es una lástima que con estos ingredientes el resultado no sea del todo redondo. Buceando (más que navegando) por internet, se encuentran críticas demoledoras contra el film de Trueba. Tampoco es para eso. Vamos a empezar por lo que me ha gustado:
- Una historia estupenda que combina varios géneros y que entretiene durante sus más de dos horas, razón suficiente para salvarla de la quema.
-Tiene momentos muy inspirados donde todo cuadra a la perfección. Escenas de gran intesidad que se apoderan del espectador, sobretodo las protagonizadas por la chilena Miranda Bodenhöfer.
-Tiene la garantía de contar con la solvencia y efectividad de Ricardo Darín
-Finalmente, la magnífica fotografía de Julián Ledesma, la ambientación y la variada y acertada banda sonora.
Ahora bien, lo que hace que uno piense que el resultado, valga el chiste fácil, no es precisamente la victoria, es lo siguiente:
-El guión está lleno de pequeñas trampas y recursos para solucionar algunas tramas de una forma aparatosa.
-Está bien no caer en el defecto de ser demasiado explicativo, pero deja demasiadas cosas a la imaginación del espectador y las motivaciones e intenciones de los personajes se alteran sin la suficiente argumentación para que todo cuadre a la fuerza.
-Aunque el personaje de Abel Ayala exija rebosante vitalidad y entusiasmo, a mí me ha parecido algo sobreactuado.
En definitiva una película que pasa del aprobado pero que es la irregularidad lo que mejor la define. Gustará mucho a los que prefieran el cine para dejarse llevar y evadirse durante un par de horas, ya que la película distrae y es visualmente atractiva. Pero quienes aprecien más los engranajes que el envoltorio y pretendan la máxima verosimilitud aunque sean conscientes de estar ante una película de ficción, saldrán defraudados.
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