Como os habréis dado cuenta, he puesto el título de la película en castellano y no he utilizado el inglés "Buried", que es como la están promocionando. El otro día comprobé las extravagantes y diferentes maneras de pronunciar "Buried" que tenía la gente al pedir las entradas en la taquilla y las confusiones que esto generaba con el personal que le atendía. Vamos, que todos acababan diciendo: "Dame dos para la del enterrado". Resulta curiosa esta decisión de la distribuidora ¿No quieren que la gente sepa que es una producción española? Y si es así ¿Por qué luego sí recurren a traducciones imposibles y chapuceras en otros títulos? En fin... Para mí "Buried" es y será "Enterrado"
La película transcurre dentro de un ataúd bajo tierra en algún punto de Irak, donde un norteamericano ha sido secuestrado. Con esta premisa y para que la idea funcione, se han de reunir algunos requisitos:
-Un guión que aproveche al máximo todas la posibilidades argumentales que se deriven de tan limitado escenario y que sepa sorprender con nuevos recursos a medida que va agotando los anteriores.
-Una dirección que sepa dosificar la tensión y mantenga al espectador implicado durante la hora y media de metraje.
-Un actor que resulte convincente ya que lleva todo el peso de la película.
Pues bien, "Enterrado" cumple muy dignamente con todos estos requisitos. La película te mantiene en vilo y contiene algunas secuencias de infarto, quizás pueda resultar agobiante y claustrofóbica para el público más sensible.
Ryan Reynolds interpretando el papel que seguramente marcará su carrera
Además, desde su reducido ataúd, "Enterrado" va más allá y vierte una contundente crítica a la vergonzosa e intencionada desinformación que, sobre la invasión de Irak, mantiene el gobierno norteamericano sobre su población. Del mismo modo, también aprovecha para dejar patente la crueldad de determinadas empresas con sus trabajadores. En defintiva, una película sorprendente y muy acertada en todos sus aspectos. Recomendable.
Sí, completamente de acuerdo. Me gustaría, además, ampliar la lectura referente a la desinformación a muchos aspectos de la vida cotidiana. Quién no se ha sentido impotente ante cualquier servicio telefónico de atención al cliente? Pienso que la gran metáfora de esta peli se basa en la despersonalización y la frialdad de las nuevas tecnologías. Este largometraje hubiera sido impensable hace 15 años. Veo en Conroy la impotencia de cualquier usuario de telefonía móvil, internet o televisión de pago intentando hacer una simple operación a través del teléfono. Todos estamos un poco 'buried' en este aspecto, no? La palabra es IMPOTENCIA.
ResponderEliminarPor cierto, el guión y la idea son cojonudos, pero, en mi opinión, el mérito es del genio que ha sido capaz de convertirlo en un largometraje de más de hora y media.
ResponderEliminar