Llevaba tiempo buscando un regalo original para mis grandes amigos Alfredo y Paco y creo que fue mi amiga Marly la que me dio esta idea. Siempre me había hecho mucha ilusión poder volar en globo, aunque más que volar, la sensación que te da es la de estar flotando en el aire a más de 1000 metros de altura. Hemos estado más de un mes guardando el secreto para que la sorpresa fuera máxima y la verdad es que ayer fue un día inolvidable.
El punto de partida era un bar de Bocairent a las 7:30 de la mañana, lo que nos obligó a salir de Valencia a las 6:15. Una vez nos reunimos con los monitores y el resto de viajeros, tomamos un café y emprendimos la marcha. Fue curioso ver y participar del proceso de montaje y preparación del globo. Al principio hacía un poco de frío, pero el entusiasmo contagioso por la nueva experiencia hizo que nos olvidásemos de él rápidamente.
¡Mare meua la que nos espera!
Paco hinchando mofletes mientras el globo se llena de aire
El momento de la ascensión, viendo como te vas alejando poco a poco del suelo, da un poco de vértigo. Cuando llevas un par de minutos se te pasa el cosquilleo por las piernas, te sientes seguro, y empiezas a disfrutar. Otra de las primeras sensaciones, es el calor que sientes en la coronilla si eres un pelín más alto que el resto. De aquí salió esta broma digital que me ha enviado Alfredo, que nadie se asuste, es un truco:
El piloto nos iba indicando los nombres de los diferentes picos que se divisaban y llegamos a una altura máxima de 1600m sobre el nivel del mar. Mientras, Alfredo iba retratando con su cámara todo lo que íbamos viendo. Creo que al final del día llevaba más de 350 fotografías.
Después de media hora volando y disfrutando de las vistas, empezó la acción. Nos acercamos a un monte cubierto de pinos y empezamos a volar entre las copas de los mismos. El piloto, Raúl, nos propuso que intentáramos coger alguna piña. No fue muy difícil hacerlo, porque prácticamente nos comimos la copa de un pino. Por lo visto, estaba todo controlado y no fue más que una broma de nuestro profesional piloto.
Mostrando con orgullo la piña arrancada
El aterrizaje fue suave, en un terreno agrícola. De uno en uno fuimos saliendo de la cesta y empezamos a preparar el regreso. La actividad también incluía un brindis con cava y un estupendo almuerzo en Bocairent, donde pasamos el rato charlando con nuestros monitores y el resto de compañeros de viaje. Como broche final, nos dieron un diploma que certifica nuestro viaje en globo aoerostático. Además, nos enviarán fotografías de recuerdo de la experiencia.
Como aún quedaba mucho día por delante, aprovechamos el madrugón y visitamos la bonita localidad de Bocairent así como sus curiosas cuevas. Como se ve en las fotos, el acceso a las diferentes cámaras de las cuevas puede resultar complicado.
Terminamos la intensa jornada con una visita al carrascal de la Font Roja en Alcoi. Unas vistas impresionantes, de esas que te recuerdan que no hay que irse muy lejos de Valencia para disfrutar de bonitos paisajes. En definitiva, un día que recordaremos siempre y una experiancia más que recomendable.
Si alguien se anima, visitad http://www.totglobo.com/
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INOLVIDABLE. Gracias Luis. Gracias, gracias, gracias...
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