En el año 2005 en Barcelona , dos jóvenes de 18 años asesinaron a una mendiga que dormía en un cajero provocando un incendio en el mismo. Las imágenes de la cámara de seguridad dieron la vuelta al mundo y especialmente llamó la atención el aire jocoso de los implicados. Este suceso ha servido de base al escritor holandés Herman Koch para escribir el que ha sido un fenómeno editorial en Holanda: La cena.
Como indica el título, toda la historia transcurre en una cena en un sofisticado restaurante: dos matrimonios se reúnen allí para hablar de cómo van a afrontar el problema en el que se han metido sus hijos. A medida que transcurren los diferentes platos y a través de sucesivos recuerdos del narrador, el autor va desentrañando las diferentes personalidades que se han dado cita alrededor de la mesa.
El libro pone sobre el mantel multitud de temas de discusión: racismo, pena de muerte, hipocresía de las clases altas, el posible afán desmesurado por lo políticamente correcto... Pero en ningún momento el autor busca adoctrinarnos. De hecho, de forma muy astuta, elige a uno de los comensales como narrador de la historia. Un personaje que se va desenmascarando poco a poco con opiniones muy cuestionables y actos finalmente injustificables. Koch intenta de forma inteligente que empatices con sus personajes sin defenderlos ni juzgarlos, por eso es un libro cuya lectura puede resultar incómoda y desagradable.
En un principio el desenlace no me convenció pero con el tiempo me estoy dando cuenta que otra opción para el final hubiera sido demasiado convencional. En definitiva, es un libro interesante que nos plantea hasta dónde son capaces de llegar unos padres por proteger a sus hijos, pero más que dejarme un buen poso me ha sacudido por dentro. ¿Era lo que se pretendía? No sé.
Recomendable sin entusiasmos.
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