Anoche asistí con ciertos prejuicios al preestreno de "Entrelobos". La película cuenta la historia real de Marcos Rodríguez Pantoja, un niño vendido por sus padres en la década de los cincuenta, que acaba viviendo con un pastor en una cueva de sierra Morena. Cuando falleció el pastor, Marcos vivió desde los 7 hasta los 19 años con la compañía de una manada de lobos. La primera sorpresa que me llevé es que la película no está protagonizada por Juan José Ballesta como pretende indicar el cartel publicitario. El actor madrileño no sale más de diez minutos, en la última etapa del personaje en la montaña. El peso de la historia recae en el actor de diez años Manuel Camacho, que hace un trabajo estupendo y admirable.
La película es, ante todo , un espléndido documental de naturaleza al más puro estilo de Rodríguez de la Fuente. La cámara saca buen provecho del espectacular paisaje y recorre junto a multitud de animales escenas de peligro, tensión y entretenida aventura. Una historia de gran atractivo visual que también muestra la naturaleza más extrema y brutal. Me imagino que el rodaje fue complicadísimo porque la película se adentra en el medio natural al detalle y el resultado es de una calidad técnica irreprochable.
Hay que advertir que la trama se centra en el período del joven Marcos en la sierra y no en su posterior adaptación a la civilización cuando fue apresado por la Guardia Civil en 1965.
Además del joven Manuel Camacho, cabe destacar el trabajo del veterano Sancho Gracia en un personaje que bien podría ser recordado en los próximos Goya. Quizás el único inconveniente que hizo que no saliera de la sala con la idea de haber visto un producto redondo es su excesiva banda sonora. No me refiero a la composición musical, que está bien, sino a la manía innecesaria de reforzar determinadas escenas con melodías a todo volumen para seducir al espectador más facilón. Una lástima este abuso musical, pues la pelícual ya contaba con un material de sobra para convencer a todo tipo de públicos.
Según el peculiar criterio de mi amigo-primo José Miguel, las películas son "castañas", "normalitas" o "peliculones". Esta fue calificada como "más que normalita" lo que acordamos que sería un notable bajo. Estoy de acuerdo, es una película que me sorprendió y que me hizo pasar un buen rato.
Esta es una imagen del verdadero Marcos en la actualidad. En su costosa adaptación a la sociedad humana , tanto en los hábitos como en su pérdida de lenguaje, sufrió todo tipo de engaños y timos. Su descofianza del ser humano le llevó a vivir de nuevo en una cueva en Fuengirola.
La experiencia de Marcos es un caso especial que ha sido tema de estudio en varias investigaciones antropológicas. Actualmente vive en Rante (Galicia) muy ligado a la naturaleza y con una persona de confianza. Detesta el ruido y los olores de la civilización y sigue pensando que la vida entre los animales es mejor que junto a sus iguales.
Mira, no la he visto todavía pero estoy seguro de que me va a encantar.
ResponderEliminarLo que comentas acerca de que parece un documental de naturaleza, es normal. Debe ser muy difícil tocar la fibra del espectador sin caer en tópicos aprendidos sobretodo en una historia real como esta. Hay documentales de "La 2" que te pueden dejar hecho polvo.
Tiene que ser complicado contar una vivencia ajena de este tipo. Más que nada porque la única persona que puede aportar información de primera mano tiene la mentalidad de un chiquillo.
Lo dicho, tengo muchas ganas de ver 'Entrelobos'.
COMPLEMENTO:
ResponderEliminarReconozco que no soy nada objetivo con las películas de animales. Me entra el berrinche con todas! La úlima que he visto: 'Siempre a tu lado, Hachiko"... tremenda llorera!
Robando una frase de Bunbury:
"Mi gato es mejor persona que la mayoría de la gente que conozco".
Queda dicho.