Anoche tuve la oportunidad y el honor de asistir al preestreno de la película más rara, insólita y desconcertante que jamás he visto. Se trata de "Tío Boonmee recuerda sus vidas pasadas" del tailandés Apichatpong Weerasethakul.
Para que os hagáis una idea, en esta película podéis disfrutar de escenas donde un hombre conversa con su hijo, desaparecido años atrás, ahora rencarnado en un mono fantasma de ojos rojos. Sí, habéis leído bien. En esta película salen muchos monos fantasma, pero no sé que simbolizan en la cultura tailandesa. En otra escena, una princesa, acomplejada por su fealdad, charla con un pez en una charca y después hacen el amor. Sí, habéis vuelto a leer bien, una mujer y un pez practican sexo en un lago.
Aunque parezca increíble, estas escenas se suceden en la parte de la película donde todo tiene cierta coherencia y más o menos se entiende lo que nos cuentan. La historia de Boonme, aquejado de una grave enfermedad renal, es una historia de un viaje espiritual de la mano de sus fantasmas y repasando sus diferentes reencarnaciones. Cuando finalmente el protagonista llega a una cueva que simboliza el útero desde donde todo empezó, la película da un inexplicable giro. La media hora restante me dejó totalmente descolocado: unas eternas y confusas secuencias que provocaron que parte del público fuera abandonando la sala.
Uno de los inquietantes "monos fantasma"
Si la primera parte ya la llevaba cogida con alfileres aquí se me exigió demasiado como espectador. Porque ya me diréis qué interés hay en ver a dos mujeres viendo la tele mientras un joven se da una ducha durante 10 larguísimos minutos. Lo primero que piensas después de esos momentos de cine vacío es que nos están tomando el pelo, que como dice mi amigo José Miguel "esto es una castaña y punto" . Puede que tenga razón, pero algo me dice que todo nos resulta tan ajeno porque no terminamos de entender tanta carga simbólica. Por otro lado, pienso que llevamos muchas pelis a las espaldas, así que si no entendemos algo no tiene por qué ser un defecto nuestro . Una buena solución sería que su director expusiera su cultura oriental de forma universal, que pueda captarse en todas partes del mundo y poder disfrutar de ella. Siendo tan críptico no sé muy bien cómo vamos a entrar en su película en la otra punta del planeta.
A lo mejor es eso lo que pretendía, crearnos un gran desconcierto. Puede que aún sea peor, puede que solamente quisiera rellenar metraje para llegar a la hora y media y así reírse de cuatro críticos que se arrodillarán ante él haga lo que haga.
A lo mejor es eso lo que pretendía, crearnos un gran desconcierto. Puede que aún sea peor, puede que solamente quisiera rellenar metraje para llegar a la hora y media y así reírse de cuatro críticos que se arrodillarán ante él haga lo que haga.
Llegados a este punto ¿Qué vio el jurado del último Festival de Cannes para otorgarle su máximo galardón? ¿Asistieron a un pase con guía explicativa?¿Son unos esnobs o es que yo me estoy volviendo convencional?
He hecho un repaso por internet de los útlimos diez años del festival y la verdad es que la "Palma de oro" recae casi siempre en películas que me han gustado mucho ("El pianista", "La clase", "La habitación del hijo", "La cinta blanca"...) Así que miré quién componía el jurado de esta edición: Tim Burton, Víctor Erice, Benicio del Toro, Kate Beckinsale, Alexandre Desplat (músico)...Todos reputados profesionales. Insisto, si quisieron premiar algo distinto, vale, pero seguro que en su innovadora decisión cometieron una injusticia con alguna de las películas a concurso.
Lógicamente, esta vez no me atrevo a recomendarla porque tampoco puedo decir si me gustó o no. Así que... a ver quién es el valiente que va a verla.
¡Una peli con piscifilia! Seguro que le encanta a Troy McClure.
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