Mercedes, una compañera de trabajo, usa un término para aquellos libros que sirven para pasar el rato y evadirse pero que no calan hondo ni suponen un antes y un después en la literatura universal. El calificativo en cuestión es "piscinero", ella sabrá mejor por qué. El caso es que, por lo que creo entender del término, "Juventud americana" está más cerca de ser un libro piscinero que una obra cumbre. Es un libro entretenido, que podrá complacer a todo tipo de lectores y que trata un tema muy interesante. La juventud que da título a la novela es de clase social media baja, afectada por la actual recesión económica y con una rabia contenida que les hace buscar culpables de su situación en todo lo que sea diferente o venga de fuera. El miedo y la ignorancia les llevan a abrazar ideas neofascistas y a organizarse en grupos que aprovechan su estancia en el instituto para buscar adeptos. El otro gran tema de la novela es el uso, o mejor dicho, la fácil disponibilidad del uso de las armas en Estados Unidos y sus terribles consecuencias. El autor nos deja claro que pese a los numerosos ejemplos del daño causado por este aspecto, este sector de la sociedad no se quita la venda de los ojos y se aferra aún más a sus rifles. Hace bien el autor en profundizar lo justo y no caer en ser demasiado explicativo o panfletario. Con todos estos ingredientes, "Juventud americana" nos cuenta la historia de un chico implicado en un accidente mortal con el arma de su padre y todos los sucesos que el hecho va desencadenando en su pueblo. En definitiva, y ahora que aún estoy con la resaca de las evaluaciones, le pondremos un notable bajo.
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