Anoché acudí al preestreno de "Incendies" de Denis Villeneuve. Lo único que sabía de esta película canadiense es que estuvo nominada al Óscar como mejor película extranjera en la pasada edición de los premios. No sé cómo será el film danés que ganó la estatuilla, pero de entrada os digo que "Incendies" es muy difícil de superar.
Jeanne y Simón son dos gemelos que acuden a escuchar el testamento de su madre fallecida y se llevan una sorpresa cuando, además del consabido reparto de bienes, reciben un último encargo de la difunta. Los hermanos reciben dos sobres cerrados: uno será entregado por ellos a su padre, a quien nunca han conocido, y el otro a un hermano que tampoco sabían de su existencia. La búsqueda de ambos les llevará al Líbano, tierra natal de su madre. Paralelamente, la película va contando la historia de su madre en el contexto histórico de la guerra civil libanesa. Los protagonistas van descubriendo junto al espectador cada una de las verdades que van justificando la extraña petición de la madre. Cada verdad que se va desenmascarando es una pequeña llama que va encendiendo el impactante desenlace de la historia, un secreto brutal que deja al espectador boquiabierto y literalmente clavado en la butaca. En ese momento, estaba tan implicado en la historia que me llevé la mano a la boca, como si fuera a reprimir una palabra malsonante. Las espectadoras que tenía detrás sí que soltaron un unísono "qué fuerte" y las entendí perfectamente. Hacía tiempo que una película no me sobrecogía tanto y eso que me costó un poco entrar en su juego.
Además de estar perfectamente contada e interpretada, tiene el buen gusto de usar la elipsis en los momentos más escabrosos, donde otros directores tentados por el morbo habrían metido la pata. Una historia tan impactante y contundente que no es apta para quien vaya al cine a evadirse. A mí desde luego me dejó totalmente conmovido y me encanta que una película me arrastre de esa manera, que atraviese la pantalla y me sacuda por dentro sin recurrir a trucos baratos. Esto sí que es la magia del cine, que pase el límite del mero divertimento para ser toda una experiencia vivida con credibilidad por el espectador. Una gran película. Sobresaliente.
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