En muchas ocasiones los tutores de E.S.O tratamos de convencer a las mentes adolescentes de que la violencia no es la mejor manera de solucionar un conflicto. Es muy difícil que asuman que responder a la violencia física o verbal con la misma moneda simplemente empeorará la situación. Y es difícil cuanto más hostil es el entorno al que están acostumbrados. En este mundo en el que vivimos, en el que la ley del más fuerte es la que marca el destino de tantas personas, términos como "sentido común", "empatía", "diálogo" o incluso "inteligencia" adquieren la cualidad de tesoros que rara vez se imponen en la mediación de un conflicto.
Del mismo modo, el protagonista de esta película trata de educar a su hijo en un firme ideal de valores. Su loable empeño se topa con un mundo tan violento y deshumanizado que su hijo no sabe cómo conciliar las enseñanzas del progenitor con el ambiente en el que vive. El argumento de la película se centra en dos historias paralelas: la del padre que trabaja como médico en una peligrosa zona de África y la del hijo, que vive en Dinamarca con su madre, y sufre acoso escolar. La llegada de un nuevo alumno, que canaliza el dolor y la incomprensión por la muerte de su madre en una serie de actos vengativos, será el condicionante que marcará el destino de los personajes principales y hará tambalear las convicciones de alguno de ellos.
Esta interesantísima película fue la que arrebató el Óscar de película extranjera a la canadiense "Incendies", de la que ya comenté con entusiasmo en este blog. Aunque sigo prefiriendo aquélla, "En un mundo mejor" es una estupenda película a la que el premio no le viene grande en absoluto. Su título original en danés "Haeven" (Civilización) es más adecuado aunque no sea tan comercial como el que hemos adoptado aquí, que es la traducción del título en Estados Unidos "In a better world".
La directora Susanne Bier realiza un trabajo de gran intensidad dramática, con formidables intérpretes y que capta fácilmente al espectador. Quizás su único inconveniente es que peca de predecible y que se recrea demasiado en su desenlace, pero es una película muy recomendable. En concreto, y para todos mis compañeros docentes de secundaria, es especialmente adecuada para ser trabajada en el aula.
La directora Susanne Bier realiza un trabajo de gran intensidad dramática, con formidables intérpretes y que capta fácilmente al espectador. Quizás su único inconveniente es que peca de predecible y que se recrea demasiado en su desenlace, pero es una película muy recomendable. En concreto, y para todos mis compañeros docentes de secundaria, es especialmente adecuada para ser trabajada en el aula.
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