viernes, 13 de noviembre de 2009

La obra inacabada de Irène Némirovsky


Irène Némirovsky nació en Kiev en 1903. Creció en el seno de una acaudalada familia judía, ignorada por su madre y adorada por su padre, uno de los banqueros más importantes de Rusia. Aunque rodeada de lujo y comodidades, su infancia fue desdichada y solitaria, siempre bajo la tutela de institutrices y educadores. Iréne descubrió en la lectura y escritura su personal refugio y vía de escape. Cuando estalló la revolución de 1917, la familia Némirovsky huyó a París donde rápidamente se estableció continuando con la vida a la que estaban acostumbrados en Rusia. Desde sus primeras publicaciones en Francia, Irène destacó como una brillante autora y toda la crítica nacional se sorprendió de la madurez e inteligencia que, pese a su juventud, demostraba en sus obras. Fue entonces la mejor época para Iréne: una joven autora de prestigio, que frecuentaba elegantes eventos sociales y que conoció a quien sería su marido y padre de sus dos niñas: Mijaíl Epstein. Con la llegada de la Segunda Guerra Mundial y la ocupación francesa, Irène y su marido confiaron sus hijas a una criada con el fin de protegerlas. Iréne y más tarde su marido, fueron enviados a Auschwitz donde murieron en 1942. Las niñas fueron escondidas de colegio en colegio, de orfanato en orfanato, huyendo de los gendarmes colaboracionistas. Su abuela, que consiguió sobrevivir a la persecución, se desentendió de las niñas y éstas siguieron su periplo por Francia hasta que afortunadamente la guerra terminó. Entre las pertenencias que llevaban consigo las niñas, había un cuaderno de su madre con el manuscrito de una obra inacabada. Muchos años después, una de sus hijas se decidió a mecanografiarla y enviarla a una editorial. Esta obra, llamada "Suite francesa", fue el hallazgo editorial del año 2004 en Francia y traducida a más de treinta idiomas.

Con esta premisa, uno comienza la lectura de "Suite francesa" con una emoción especial. Saber la difícil andadura que ha tenido esta obra hasta que, casi milagrosamente, está hoy día al alcance del público, hace su lectura más apasionante. Concebida como una obra de cinco partes, Némirovsky sólo pudo concluir dos de ellas: "Tempestad en Junio" y "Dolce". "Suite francesa" nos cuenta las diferentes vivencias de varios personajes que huyen de la ocupación alemana. Nos muestra cómo las situaciones extremas sacan a relucir la verdadera naturaleza de las personas y cómo la guerra no entiende de clases sociales. Némirovsky pone su mirada más incisiva sobre la clase más pudiente a la que ella pertenecía, y hace un retrato muy preciso de la burguesía y de la sociedad francesa en general. Un libro extraordinario.

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