domingo, 26 de diciembre de 2010

DE MONARCAS, DISCURSOS Y PREMIOS


"El discurso del Rey" de Tom Hooper
 Siempre un mensaje es más tranquilizador si la voz que lo emite es firme y serena. Del mismo modo, un mensaje será más claro si está bien vocalizado y tiene las pausas justas y necesarias. Por supuesto, se da por sentado que su gramática sea correcta.
 Al parecer hay pueblos que han tenido oradores más peculiares que Franco con su voz de pito o nuestro actual Rey, que me va a perdonar, pero a veces parece gangoso. Los ingleses tuvieron a un monarca tartamudo, Jorge VI, padre de la Reina Isabel II, que vivió acomplejado por sus problemas de expresión.  Su coronación no estaba prevista y por circunstancias especiales, tuvo que dar la cara ante sus súdbitos en tiempos de guerra. La película de Tom Hooper nos cuenta la relación del Duque de York, antes de ser coronado Rey,  con su singular profesor de dicción a lo largo de los años que precedieron a la Segunda Guerra Mundial.


 "El discurso del Rey" es un producto donde todo funciona a la perfección:  buenos diálogos, esmerada ambientación y cuidados aspectos técnicos. Lo realmente sobresaliente de la película es el memorable duelo interpretativo entre Colin Firth, que borda un regalo de personaje, y un genial Geoffrey Rush como el particular maestro. Da la sensación de ser una película confeccionada para triunfar en la noche de los Óscar: un film de calidad con la difícil y muy conseguida capacidad de agradar a todo tipo de paladares y que tiene en su academicismo su mayor virtud. Nada chirría, ni nada desentona, simplemente se le puede achacar una falta de personalidad propia, de riesgo, algo que la aleje de su bien elaborado clasicismo. También es verdad que es preferible siempre una buena película comedida como "El discurso del Rey" a algo pretendidamente moderno pero vacío.
 Una de sus más firmes competidoras de cara al premio, "La red social" de David Fincher, sí que tiene ese sello personal que quizás le falte al film de Tom Hooper. Yo preferiría el premio para Fincher, pero la estadística y el gusto de la academia podrían inclinar la balanza a favor de este Rey... y no seré yo quien me queje.
Muy recomendable para todo tipo de públicos, en especial para mi madre por la cantidad de primeros planos de Colin Firth. Y para los que quieran apreciar mejor la labor de sus intérpretes, os la recomiendo en versión original, disponible en los cines UGC de Valencia.

1 comentario:

  1. Hablando del discurso del Rey, lo he visto ojeroso y bastante estropeado. Para mí que este hombre no dura mucho (ojalá lo que no dure mucho sea su cargo). Sobre la película, me apetece bastante verla, la verdad.

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